Los jueces esperan concluir esta semana con la etapa testimonial y comenzar con los alegatos desde el lunes que viene.
El primer testigo de ayer fue una amiga de Teruel y de Farfán, quien compareció por videoconferencia desde Córdoba. Contó que conocía a Lautaro Teruel desde 2012 o 2013 y que a la denunciante (del segundo caso) la había cruzado en reuniones realizadas en la casa de Teruel, pero aclaró que no eran amigas.
Durante su declaración se reprodujeron audios que intercambió con Lautaro por Whatsaap, donde él le da su versión acerca del suceso denunciado. En ellos, el acusado admite que esa noche de verano (2014) mantuvo relaciones con la denunciante, pero asegura que fueron consentidas.
A continuación, declaró por videoconferencia, también desde Córdoba, el joven con quien la víctima había salido a tomar algo en un bar de la Balcarce, la noche del hecho. Se refirió al momento en que los tres acusados, alrededor de las 22, se presentaron en el bar.
Dijo que conocía a Gonzalo Isaac Farfán porque era amigo de la denunciante. Confirmó que luego él se retiró del bar porque tenía otros planes y que la joven se quedó con los tres imputados. Ella le comentó que estaba interesada en uno de los tres chicos (Silvio Rodríguez).
Otro amigo
Seguidamente declaró desde CABA, también por video llamada, otro amigo de la denunciante. Fue la persona con quien la víctima dijo haberse encontrado en la fiesta adonde fue con los imputados, en la terraza de un edificio en El Huaico.
Contó que conocía a la joven desde la adolescencia. Indicó que esa noche vio que ella estaba con tres jóvenes. Hacía mucho que no se veían, conversaron unos quince minutos y cada uno regresó con su respectivo grupo de amigos. Dijo que, durante la charla mantenida, ella habló fluidamente y que no la notó alcoholizada.
Entre los testigos que declararon durante la mañana, también estuvo un amigo de Silvio Rodríguez, quien refirió haber notado al acusado muy angustiado luego del “escrache” publicado en Facebook.
Más testimonios
También comparecieron la pareja de Rodríguez, otras dos amigas de la denunciante, una compañera de trabajo de Farfán, un médico del CIF que le realizó un examen ginecológico a la víctima y una escribana que rubricó una escritura con capturas de pantalla tomadas de una cuenta de Instagram (añadidas a la causa).