Así falló la jueza María Victoria Montoya Quiroga, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio, quien llevó adelante el juicio en contra de Zuleta de 32 años, quien fue denunciado por un hecho ocurrido el 17 de abril de 2018, en Cafayate.
Cinco días de relación
La denunciante relató que tiempo atrás había tenido una relación de cinco días con el imputado, pero luego de ese lapso ella le dijo que no quería seguir esa relación y que prefería seguir siendo su amiga. A partir de ese momento, Zuleta siguió buscado pretextos para verla y para conversar con ella.
La denunciante contó que la noche del 17 de abril aceptó encontrarse con él porque le dijo que iba a ser la última vez que se verían ya que tenía previsto viajar a Buenos Aires por problemas de salud. La había invitado a comer.
En el camino, Zuleta le dijo que tenía que pasar por su domicilio para inyectarse insulina. También le comentó que debía cumplir una misión y que después le contaría de qué se trataba.
La damnificada relató que, al llegar, la tomó del brazo, la tiró sobre la cama y la ató de pies y manos.
Entonces le dijo que su misión era matarla porque él le había dado muchas oportunidades para amarlo y ella no había sabido aprovecharlas.
La denunciante precisó que Zuleta la amenazó con un cuchillo y la obligó a escribir una carta. También le ordenó que le mandara un mensaje de texto a su prima, donde le decía que había encontrado trabajo en Tucumán, que se marcharía y que no la buscaran.
Luego la desnudó y abusó de ella.
La damnificada contó que le suplicó que la perdonara, que no la matara.
Él le dijo que había hablado con Dios y que la iba a perdonar pero con dos condiciones: que ella tendría que ser su mujer y que, si le contaba a alguien lo sucedido, él iba a matar a su hermana y a su sobrina.
A la mañana siguiente, el imputado le prestó a la víctima ropa para que se vistiera, porque había quemado la suya.
Luego la acompañó hasta el departamento que ella alquilaba.
Antes de dejarla le recordó su amenaza acerca de matar a su hermana y a su sobrina.
Apenas se retiró Zuleta, la denunciante pidió ayuda a los dueños del inmueble, quienes llamaron a la policía y trasladaron a la víctima al hospital.