En el mismo fallo, el imputado fue sobreseído de los delitos de abuso sexual con acceso carnal, lesiones leves agravadas por la violencia de género y por haber mediado relación de pareja y coacción agravada por el uso de arma, por retiro de la acusación fiscal.
La jueza interina María Gabriela González ordenó la libertad del condenado por la modalidad de la condena dictada y le fijó reglas de conducta que deberá cumplir durante tres años.
Entre ellas, abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; realizar tratamiento psicológico por la naturaleza de los hechos por los cuales resultó condenado, y acreditar el cumplimiento en un plazo de quince días; prohibición de ejercer actos de violencia física o psicológica en contra de la denunciante y de la damnificada; completar sus estudios secundarios y presentar las constancias correspondientes. Todo ello con apercibimiento de revocarse la prisión en suspenso en caso de incumplimiento.
Pereyra Torres fue condenado por delitos cometidos en perjuicio de su pareja, S. M. V.
La denuncia fue presentada por la madrastra de la joven. La mujer relató los hechos cometidos por el acusado en contra de su hijastra. Dijo que el imputado es una persona agresiva, adicta a sustancias estupefacientes. Contó que amenazó a S. M. V. con un cuchillo y un machete, advirtiéndole que la iba a matar y que luego se iba a ahorcar. También la mantuvo encerrada, bajo amenazas, y le sustrajo dinero y un celular.
