El Tribunal clerical colegiado de segunda instancia constituido para juzgarlo por este caso, lo había condenado por unanimidad en primera instancia y finalmente, encontrándolo culpable, resolvieron confirmar la condena al sacerdote a la pérdida del estado clerical y no podrá ejercer el ministerio bajo ninguna circunstancia, salvo confesar en peligro de muerte. La decisión ahora está firme y es inapelable.
En los fundamentos expresados en una carta, sostienen que la sentencia definitiva renueva el dolor de las víctimas. Sin embargo, "quiere ser y es expresión del compromiso ineludible de la iglesia por la verdad y la justicia", aseveraron.
Con este fallo, la Arquidiócesis reafirma que "renueva su cercanía con las victimas mientras que agradece su valentía y coraje al denunciar estos aberrantes hechos indignos de cualquier persona y más de un ministro de Dios".
El cura Lamas fue denunciado por Juan Carlos García y Carla Morales Ríos, quienes lo acusaron de un abuso sexual en Rosario de Lerma.
Ambos son sobrevivientes que denunciaron a Lamas en la justicia ordinaria por abusos cometidos cuando tenían 16 y 13 años, respectivamente. Ahora esperan que el cura reciba una condena judicial.
El cura está acusado por hechos ocurridos entre 1991 y 1994, cuando estaba a cargo de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, en la localidad de Rosario de Lerma.