La Asociación por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Santiago del Estero, que es querellante con representación de Orieta, salió a denunciar que el tribunal, integrado por dos jueces de Salta, Batule y Fleming, le permita a Musa Azar estar en su casa, a pesar de los graves actos criminales que cometió.
“Ningún tribunal le había concedido antes este beneficio. Batule, Lascano y Fleming forman parte de la oscura historia de perpetuar la impunidad. La maniobra fue llevada a cabo en plena feria judicial, cuando no se encuentran presentes los miembros de los distintos tribunales que lo condenaron”, señaló la organización de derechos humanos, la que alertó “a los vecinos que viven en las inmediaciones de la Avenida Moreno Norte 67, entre calles Andes y Rivadavia: tenemos un asesino suelto”.
El 29 de diciembre pasado, este tribunal condenó a Musa Azar a 22 años de prisión, por actos de terrorismo estatal. Entonces hizo lugar a la prisión domiciliaria solicitada por la defensa del comisario (a cargo de su hijo), pero esta medida no se hizo efectiva porque Musa Azar tiene otras condenas, de cumplimiento efectivo, dictadas por otros tribunales.
El 2 de enero el tribunal de Batule, Fleming y Lascano mandó oficios a esos otros tribunales, consultando sobre la decisión de mandarlo a casa. Como hay feria judicial, no hubo respuestas y el 3 entonces este tribunal dispuso por su cuenta y ordenó ejecutar la prisión domiciliaria argumentando “razones humanitarias”.
Canallada judicial
“Es una canallada judicial porque en realidad sabiendo que no se iba a contestar (los oficios de consulta a los tribunales), aducen cuestiones humanitarias”, sostuvo el abogado Pedro Orieta.
El querellante señalóque no hay certificados médicos que “digan que la salud de Musa Azar está en riesgo”. El genocida, de 81 años, estaba en la cárcel de Colonia Pinto, pero como no tiene hospital y está a 40 kilómetros de la ciudad de Santiago del Estero, lo mandaron a cumplir prisión en el Hospital Imnunológico. Es “contradictorio”, porque si tiene problemas de salud debía seguir en el Hospital, razonó.