La jueza María Victoria Montoya consideró que Quiroga fue autor material y penalmente responsable del delito de amenazas con arma.
El imputado llegó a la vivienda familiar en estado de ebriedad, discutió con su mujer, intentó agredirla y, en ese momento intervino su suegro, quien llamó a la policía.
Ortiz tomó un cuchillo y amenazó a su pareja, manifestando que también usaría el arma con los uniformados que lleguen a su casa.
No obstante, el imputado fue reducido y demorado por el personal policial.
La jueza ordenó que el condenado permanezca en libertad en atención a la modalidad de la condena impuesta y le fijó reglas de conducta que deberá cumplir durante dos años. Debe fijar domicilio y someterse al cuidado del Patronato de Presos y Liberados; no consumir sustancias estupefacientes y ni abusar de bebidas alcohólicas. También mantener una actividad laboral lícita acorde a sus capacidades; realizar tratamiento psicológico previa consulta en la Secretaría de Abordaje de las Adicciones por su alcoholismo y acreditar bimestralmente su evolución hasta que reciba el alta.
Además tiene prohibido ejercer todo acto de violencia física o psíquica en contra de la denunciante.
Todo ello con apercibimiento de revocarse la condicionalidad de la condena dictada.