Tenía antecedentes de violencia de género y pesaba sobre él una condena por incumplimiento de una medida perimetral.
Ricardo Ruiz, de 43 años de edad, está acusado del homicidio de su expareja, y en el acto de imputación se negó a declarar. Entre los antecedentes se advirtió que registraba una condena del año 2015 por hechos de violencia y había sido denunciado en 2019 por no cumplir con las restricciones de acercamiento impuestas.
El fiscal penal Gustavo Torres Rubelt, subrogante en la Fiscalía Penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, tuvo a su cargo el trámite de imputación donde se le comunicó a Ruiz que la causa que lo tiene como protagonista es por el homicidio agravado por ser en perjuicio de su pareja y por el género.
Durante la audiencia de imputación estuvo acompañado de un defensor oficial y tras conocer la acusación en su contra, se abstuvo de declarar.
Torres Rubelt solicitó al Juzgado de Garantías interviniente el mantenimiento de la detención del acusado fundamentado en la necesidad de obtener los resultados de las distintas medidas y pericias que solicitó para lograr el esclarecimiento del hecho.
Pudo conocerse que la pareja mantuvo una relación de 18 años, tuvieron 5 hijos y se encontraban separados desde hace ya más de 4 años. Había antecedentes de violencia de Ruiz hacia su pareja, por lo que fue condenado en 2015 y se le impusieron medidas de restricción.
Nueva denuncia
En mayo de 2019 fue denunciado nuevamente por la mujer por no respetar la prohibición de acercamiento impuesta e ingresar a la vivienda familiar en estado de ebriedad para insultarla, lo cual tramitaba en el Juzgado de Violencia Familiar y de Género 1 del Distrito Centro.
Una mujer para la cual trabajó como ama de casa Padilla, señaló un hecho en el que la víctima de femicidio fue a pedir auxilio a su casa porque su pareja “la quería matar”.
La mujer presentaba un estado gripal el fin de semana, por lo que sus hijas en un primer momento pensaron que podría ser una situación de salud la que provocó la muerte, sin embargo, al llegar personal especializado al domicilio de la mujer el domingo al mediodía señalaron que había signos en su cuello que luego serían confirmados por la autopsia, que informó que se trató de asfixia mecánica.
