En tal sentido, sostuvo que el 29 de octubre, tres días después del hecho, “el dueño de la empresa Nutribras recibió un llamado de Singh, quien le expresó que le va a devolver todas las maquinarias; pidió disculpas, manifestó que no lo haga público y le dijo que declare en la fiscalía, que le iba a mandar un formato de declaración, que iba a ser rubricada por un escribano. Y que en tanto el dicente declare eso (…)”.
En esa declaración Singh le indica al propietario de Nutribras S.A., que diga que “la empresa mantenía una deuda con Kuldeep Singh, y que Jonathan Diez proveedor y comisionista de la empresa ofreció hacerle entrega de herramientas maquinarias y mercadería.
Por ese motivo es que Singh, con camiones de la empresa Kuvefa, se apersonó a retirar la mercadería”.
Desviar el curso
Al respecto, el fiscal indicó que se sumó al legajo pruebas de mensajes a través de la aplicación de Whatsapp de las conversaciones en donde se refleja lo que mencionó el dueño de la firma afectada.
“Claramente lo relatado previamente, constituye un intento de desviar el curso normal de la investigación, intentando que el damnificado modifique su versión de los hechos, a cambio de ser indemnizado con la devolución de los bienes, faltando a la verdad y declarando una versión guionada por el propio Singh, que debería presentar por escrito la víctima y certificada por un escribano, para evitar la comparecencia personal del testigo, y las preguntas de la Fiscalía”.
Agregó que es necesario que “se tomen todos los recaudos sobre las estrictas medidas de seguridad que el presente hecho demanda y el acusado no acceda a visitas indiscriminadas, ni al uso de telefonía celular, entre otros beneficios, que no se podrán controlar fuera del ámbito del Servicio Penitenciario”.
Al respecto, afirmó que el alojamiento de Singh en ámbitos policiales, como así también disponer su “arresto domiciliario” tornarían “ineficaz la medida cautelar teniendo en cuenta los antecedentes y riesgos concretos de esta causa penal”.