Por ende, se espera que hoy se lleven adelante los alegatos y posteriormente, se emita el veredicto.
En la audiencia de ayer, declararon peritos del CIF y testigos de la defensa, entre ellos compareció el licenciado en Criminalística que tuvo a su cargo la coordinación del operativo realizado el 17 de octubre de 2019, día del hecho, en el ingreso al Seminario Metropolitano, ubicado en calle Necochea 892.
El testigo sostuvo que arribó al lugar a las 5.18 y allí todavía estaba el imputado, Patrocinio Escalante. La víctima, Christian Alberto Mendoza en tanto, permanecía en el suelo. Indicó que ambos presentaban manchas sanguinolentas en sus prendas de vestir y que junto al cuerpo de Mendoza había un cinto. Precisó que no había elementos contundentes en el lugar y que no observó ninguna piedra. Tampoco vio lesiones en el rostro del acusado. Finalmente, afirmó que alcanzó a ver que Escalante llevaba puesto un reloj. También declaró la médica psiquiatra del Poder Judicial que realizó un informe acerca del acusado. La profesional señaló que Escalante es una persona impulsiva, con bajo umbral de tolerancia a las frustraciones. Dijo que no presenta psicosis ni trastornos mentales y que, al momento de la entrevista, no se observaron en él elementos psicopatológicos que lo tornen peligroso para sí o para terceros. La testigo indicó que el imputado padece un cuadro de alcoholismo crónico sin síntomas de abstinencia.
El último testigo en declarar fue el médico forense del CIF, quien informó que Mendoza presentaba múltiples escoriaciones superficiales en el rostro, compatibles con signos de pelea. También se le observaron lesiones en el dorso de la mano izquierda, que podrían asumirse como señales de defensa, y un surco de compresión en el cuello.
Determinó que la muerte de Mendoza se produjo por asfixia mecánica por compresión compatible con estrangulación.
El caso
Como se conoce, el hecho ocurrió el 17 de octubre de 2019, en horas de la madrugada, en la puerta de ingreso del edificio religioso.
Según consta en la causa, ese día, el imputado llamó a dos policías que patrullaban la zona de Mitre y Necochea y les contó que, mientras se encontraba durmiendo en el hall de ingreso al Seminario, un hombre había intentado sacarle el reloj y que él se lo había impedido, golpeándolo.
El acusado, en su relato de lo sucedido, precisó que se había sacado el cinto de cuero que llevaba puesto y se lo había colocado al sujeto alrededor del cuello, ahorcándolo hasta morir.
Cuando la ambulancia del SAMEC arribó al lugar del hecho, los profesionales constataron que el paciente no presentaba signos vitales, por lo que fue detenido.
