Prosiguió la ronda de testimoniales con la comparecencia de una médica del SAME que el día del hecho asistió a la denunciante, un psiquiatra y psicólogos y psicólogas del CIF que realizaron peritajes en el marco de la causa.
Declaró en primer término la médica que asistió a L. E. V. el 26 de febrero del 2020 en la comisaría de San Lorenzo.
La testigo fue propuesta por la defensa de Johnston y González Henríquez.
La profesional dijo no recordar muchos detalles de su intervención por el tiempo transcurrido. Pudo precisar, sí, que asistió a una mujer que tenía golpes superficiales. Dijo que no se solicitó traslado al hospital. Acerca de lo que le refirió la víctima en esa oportunidad, señaló que le mencionó que había sido agredida por su pareja. Luego declaró la psicóloga del CIF que peritó a Johnston. Dijo que el acusado no cuenta con cuadro psicopatológico. Presenta un discurso exculpatorio y que adjudica responsabilidad a otros. Tiende a imponer su criterio.
Acerca del control de sus impulsos agresivos, la testigo refirió que, cuando los mecanismos defensivos fracasan, se producen reacciones de agresividad manifiesta.
Ante una consulta de la defensa del imputado, la testigo sostuvo que la agresividad está presente en todos los seres humanos, pero no siempre se hace manifiesta. Aclaró que, en el caso del peritado, el rasgo aparece más marcado y puede hacerse manifiesto.
La perito observó disparidad en el rol que el acusado le asigna a la pareja. Precisó que ubica a la mujer en un lugar de desvalorización, de allí la intolerancia ante ciertas características del otro género. Durante la jornada también compareció un psicólogo del CIF que peritó a la denunciante L. E. V. En su informe sostuvo que la mujer presenta una inteligencia superior a la media, pero intervienen factores emocionales que hacen que su rendimiento no sea adecuado.
