El viernes, al término de los alegatos, los defensores se retiraron mucho más distendidos que los fiscales, ya que consideraron que los alegatos dejaron en claro que sus clientes no tuvieron nada que ver con el asesinato de Salas.
En representación de Cajal Gauffín, el abogado Pedro Arancibia tuvo su mayor auge cuando sacó a luz detalles de un sumario interno, en el cual cinco fiscales, entre ellos, Ramos Osorio y Salinas Odorisio, reconocieron que no había elementos de prueba contra el viudo: “No había ninguna evidencia; el fiscal Pablo Paz y Rodrigo González Miralpeix, quienes estuvieron a cargo del caso por dos años y medio, declararon en dicho sumario que no surgió ningún elemento o dato que comprometiera a Cajal Gauffín”. El fiscal Pablo Rivero, otro de los fiscales que investigó el caso, también reconoció, al igual que Ramos Ossorio y Salinas Odorisio, que no había aportes de prueba contra el viudo.
Por otra parte, cuestionó a los fiscales por excavar en la vida sentimental del viudo, con la única intención de exponerlo y así perjudicar su imagen a sabiendas que la vida amorosa del acusado no era cuestión de juzgamiento.
Los abogados Marcelo Arancibia, Luciano Romano y Marcos Rubinovich, defensores de Vargas, también resaltaron la sensación que quedó tras los alegatos, en especial respecto a la ausencia de un sustento técnico respecto a las acusaciones en contra del vendedor ambulante. “Lo que comienza mal terminal mal”, resumió Arancibia, quien espera también que la jornada de hoy sea otro round, pues no descarta que los fiscales retomen la acusación con mayor fuerza, sin embargo, desde su entorno aseguraron que también llegarán preparados para rebatir cualquier argumento nuevo.
Pese a las restricciones dispuestas desde el sábado pasado, hoy el debate seguirá de manera presencial solo para el tribunal, los acusados y las partes.
Las alternativas de la audiencia, sin embargo, serán transmitidas por el Poder Judicial a través de su canal de Youtube.