Tras cuatro sesiones, ayer, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados decidió hacer un cuarto intermedio hasta el próximo lunes, cuando se retomen las sesiones a fin de definir la situación de la defensora, cuya situación es bastante crítica.
Ayer, el jurado avanzó con la etapa testimonial y escuchó dos testimonios, como así también se dio lectura de la declaración presentada por la Jueza del Tribunal de Impugnación Virginia Solórzano, quien respondió a un pliego de preguntas. También se esperaba escuchar a Diego Morales, quien se desempeña como Secretario de la Defensoría en la que se desempeñaba Díaz, pero por razones de salud no se presentó, instancias en que se insistió en la testimonial del empleado dada la relación con la acusada. Ante ello, y a instancia de la defensa de Díaz, se resolvió coordinar la declaración de Morales mediante herramientas tecnológicas. Ayer, también se escuchó el testimonio de Gustavo Arnoldo Cardozo, concejal del municipio Tartagal.
Previamente, el jueves a la tarde, el Defensor General de la Provincia Pedro García Castiella declaró y fue contundente contra Díaz: “No vine a la Defensoría General a apañar ni consentir irregularidades; tampoco la defensa corporativa. Me tranquiliza que los miembros del Jury hayan tenido ante sus ojos la cara visible de la pobreza y el abandono del que resultaron víctimas, ya que esos asistidos por la defensa pública que concurrieron desde la ciudad de Tartagal a brindar testimonio el día de ayer, son las verdaderas víctimas del abandono de las funciones que motivara la acusación en contra de Díaz”.
Excusas
Al referirse a la coartada de la defensora, respecto a que recibió la defensoría en pésimas condiciones y que la defensora general anterior conocía la situación, buscando con ello justificar las acusaciones en su contra, García Castiella descartó que sea así.
“No creo que María Inés Diez (ex defensora) haya estado en conocimiento, ni menos aún consentido semejante determinación; y si fuera cierto que asumió en el 2018 con una dependencia en condiciones de abandono como afirma Díaz, debió hacer lo mismo que hizo ahora el Defensor Veliz, es decir, ponerlo en inmediato conocimiento de la Defensoría General, lo que no hizo”.
“Reconocer como lo hace Díaz, que desconoció y abandonó todas las actuaciones solicitadas por personas carentes, ingresadas con anterioridad a su designación en el año 2018, es lo mismo que admitir que cuando asume un Juez, disponga que todos expedientes anteriores a su designación, sean archivados o tirados”. Otros funcionarios judiciales vinculados en la defensoría civil de Tartagal, sumaron mayores acusaciones en contra de Díaz.
Fustigada por abandono de causas y maniobras de fraude
Respecto de la imputación relacionada a la utilización abusiva de una persona en condiciones de vulnerabilidad para la elaboración de instrumentos falsos destinados al despojo de la posesión de una vivienda en Joaquín V. González sobre la que tenía intereses el cuñado de la defensora y pareja de su hermana, Paola Díaz, el Defensor General fustigó a la funcionaria por esta maniobra.
García Castiella indicó que la prueba producida pone de manifiesto que no solo se utilizaron las instalaciones de la defensoría para estas maniobras, sino que también se invocó la condición de Defensora Oficial para confeccionar un acta y suscribir documentación relacionada con la compraventa simulada o fraudulenta, y, además, en representación de una personería que habría correspondido a su cuñado.
Se utilizó para ello a una desprevenida persona de condiciones de vulnerabilidad, para ejecutarse todos los actos desplegados, en nombre de esta última, a quien la dejaron comprometida y expuesta a ser objeto de una acción penal y a un juicio civil en J.V. González.
“Cementerio de expedientes”
Luis Veliz, reemplazante de Díaz, sostuvo que quedó sorprendido cuando se hizo cargo de la Defensoría N° 1, y más aún cuando fue informado de la existencia del armario repleto de documentación y carpetas de trámites sin iniciar, motivo por el cual informó inmediatamente a Defensoría General.
Señaló que, entre el personal de la defensoría, se referían metafóricamente al armario como el “cementerio”.
El testigo reveló que dicho armario se encontraba en un espacio común, fuera del perímetro de la Defensoría Oficial Civil N° 1, y la documentación había sido depositada allí por orden de la defensora enjuiciada.
