Esta decisión fue adoptada en el marco de un recurso planteado por el fiscal de Impugnación Guillermo Akemeier y reforzado por su par ante la Corte, Eduardo Sylvester, quienes buscaban revertir el fallo dictado en julio de 2019 por la Sala IV del Tribunal de Impugnación.
En dicha resolución, los jueces Adolfo Figueroa y Luciano Martini, confirmaron la sentencia absolutoria dictada por la Sala V del Tribunal de Juicio, el 19 de diciembre de 2016, al término de un extenso juicio llevado a cabo en torno a la muerte de Gabriel Mura Ortiz, asesinado el 16 de noviembre de 2013 en un incidente callejero en el barrio Sarmiento.
Como corolario de aquel debate, la jueza Milagro López junto a los vocales Ada Zunino y Marcelo Rubio resolvieron absolver de manera lisa y llana a los policías Claudio David Burgos (f), César Carmelo Figueroa, Carlos Alberto Arias, mientras que Fernando Martín Cruz, lo fue por el beneficio de la duda.
La decisión, como era de esperar, caló hondo en la fiscalía, la que apostó a forzar una condena a partir de un supuesto complot por parte de los efectivos para cubrir su accionar en un incidente, donde Mura Ortiz murió.
Con este mismo argumento, el cual fue despedazado por las defensas de los policías en el juicio, la fiscalía volvió a buscar un fallo favorable ante la Corte de Justicia, tribunal que volvió a descartar la participación criminal de los acusados en base a lo decidido ya por el tribunal de juicio y de impugnación.
Es que, en el debate, los abogados Marcelo Arancibia y Pedro García Castiella, defensores de Burgos, llevaron adelante una férrea defensa del accionar de los policías, señalando las contradicciones incurridas por testigos presentados por la fiscalía, como así también desnudaron las falencias en las pericias ofrecidas por los acusadores.
De esta manera, los letrados, uno de ellos ahora Defensor General de la Provincia, dejaron sin argumentos sólidos a la fiscalía respecto a la hipótesis de que los policías se confabularon para asegurarse la impunidad del homicidio de Mura Ortiz, quien murió a raíz de un disparo que, en el juicio, no se comprobó que haya sido realizado por los efectivos imputados.
Mura Ortiz murió de un disparo recibido en el torso cuando mantenía una disputa con los policías, quienes habían ingresado al barrio en persecución de un motochorro, circunstancias en que la víctima habría intentado resistir. Al analizar por tercera vez el caso, la Corte asestó su tiro de gracia a la fiscalía con argumentos sólidos respecto la falta de motivación por parte de la fiscalía, aún para forzar una revisión.