Al respecto, desde el entorno de los imputados no se descarta que alguno de ellos decida hablar ante el juez Pablo Farah, quien lleva delante el debate. En el inicio del juicio, se abstuvieron de hacerlo y muy posiblemente esa decisión se debió a una estrategia defensiva.
Ahora, con todas las cartas en la mesa, es posible que los imputados opten por dar su versión de lo sucedido con Gimena Bernasar el 22 de junio de 2019 en una pieza que alquilaba junto a su pareja José Humberto Nieva, ahora principal acusado del asesinato.
Nieva, como se sabe, es juzgado por el delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja preexistente y por mediar violencia de género. Su primo, Pablo Maximiliano Nieva, en tanto, había llegado imputado por participación necesaria en el mismo delito, y la pareja de este, Ruth Alejandra Loayza, por participación secundaria.
En la última audiencia, sin embargo, la fiscal Mónica Poma, de la Unidad de Femicidios, les agregó a ambos los delitos de encubrimiento y falso testimonio, siendo ésta otra de las razones que podrían llevarlos a prestar declaración a fin de tomar distancia de esta nueva acusación.
Bernasar fue encontrada en una habitación de su domicilio, en barrio Leopoldo Lugones. Según la fiscalía, Nieva, su pareja, se presentó en el inmueble y, tras discutir con ella, la agredió físicamente y le quitó la vida sofocándola contra el colchón de la cama.
En un primer momento, el imputado dijo haber encontrado el cuerpo de la joven con un cinto alrededor del cuello. Para la fiscal, sin embargo, Nieva junto a su primo montaron la escena del suicidio para buscar con ello impunidad.
Durante el debate, los peritos abonaron esta hipótesis, por lo que la situación de Nieva es muy complicada, mientras que la de los otros dos acusados tampoco dista mucho, pues se trata de un hecho de suma gravedad con una pena de prisión perpetua.
