Esto se debe a que, así como los casos contra policías crece cada vez más, las absoluciones, al momento del juicio, son también un común denominador.
En los últimos años, las distintas salas del Tribunal de Juicio resolvieron absolver a policías que llegaron acusados de vejaciones agravadas, como así también otros delitos de violaciones de derechos humanos, incluso torturas y hasta homicidio.
Para ello, basta con recordar el caso del subcomisario, Claudio Burgos, absuelto por el crimen de Gabriel Mura Ortíz, un vecino del barrio Sarmiento, donde recibió un disparo, sin que hasta el momento, la policía, ni la fiscalía haya podido encontrar a un responsable por dicho asesinato.
Por el mismo camino, otros tantos policías resultaron absueltos e incluso volvieron a la actividad.
Las absoluciones, en muchos casos, fueron como resultado de la propia decisión de la fiscalía de retirar los cargos, los que no pudieron sostener debido a la falta de pruebas.
Al respecto, la queja de los investigadores apuntó al CIF, ya que los pedidos de pruebas de la fiscalía de Derechos Humanos siempre iban al final de la fila de dicho cuerpo de peritos.
A ello, obviamente, se suma el accionar corporativo de la policía, pues ningún efectivo atestiguó contra su camarada.