Los jueces ordenaron que la imputada permanezca alojada en la cárcel penitenciaria local y ordenaron que la condenada sea examinada por un médico del Poder Judicial para la obtención de sus señas particulares y que, a través del CIF, se le extraigan muestras de ADN, previa asignación del DUIG correspondiente, para su posterior incorporación al Banco de Datos Genéticos.
El juicio colegiado estuvo a cargo de los jueces de la Sala II, Ángel Amadeo Longarte (presidente), María Gabriela González y Pablo Farah (vocales interinos).
Por el Ministerio Público intervino la fiscal de la UGAP 2, Verónica Simesen de Bielke. La defensora oficial Marcela Robles representó a la imputada.
Según consta en la causa, Micaela Noemí Colque dejó a su hija de dos años sola durante dos días en su domicilio de barrio San Francisco Solano. Cuando regresó a su casa, al advertir que la niña no respiraba, la llevó al centro de salud y adujo que se había ahogado mientras consumía yogurt y galletas.
El personal médico le realizó maniobras de reanimación pero la niña ya no tenía signos vitales y presentaba una temperatura corporal baja. Además, pudieron observar a simple vista que tenía signos de lesiones en la cara.
La perito del CIF que examinó luego el cuerpo de la niña indicó que presentaba un avanzado estado de desnutrición y deshidratación y múltiples heridas contusas.