Por otra parte, y en virtud de lo declarado por la acusada, Ángela Beatriz Saravia, el fiscal, Ramiro Ramos Ossorio solicitó al Tribunal que se amplíen los informes psiquiátricos y psicológicos de Saravia.
La audiencia de ayer, dirigida por la Sala VII del Tribunal Juicio, se reanudó con la declaración de dos vecinos de la pareja, quienes residían en la calle Samuel Quevedo. Se trata de un amigo y un hermano de la víctima, quienes se refirieron a lo que conocían de la pareja y coincidieron en que ambos eran “bravos”, aunque señalaron que nunca presenciaron un hecho de violencia o vieron lesionada a Saravia.
En cuanto al pedido de la fiscalía en torno a los estudios psicológicos y psiquiátricos de la acusada, el tribunal, resolvió hacer lugar y dispuso las medidas a seguir.
Entre otros testigos, y luego de ser relevadas por parte de la imputada del secreto profesional que las protege, también prestaron declaración testimonial Guadalupe Brunetto, infectóloga del Hospital del Milagro, y Marcela Vinciguerra, psicóloga del mismo nosocomio. Ambas atendieron a Saravia en el tratamiento de su enfermedad. La asistente social del CIF, Silvina Alanis, que tuvo intervención en la causa, al realizar el informe socio-ambiental en el domicilio que compartían Saravia y López, y en el de la madre de la acusada, fue otra de las testigos. En tanto, Ruth Katherina Morales, cuñada de Ángela Beatriz Saravia, se excuso de prestar testimonio.
Carne incautada
En un procedimiento, realizado el miércoles en el kilómetro 124 de la ruta nacional 68, personal de la Policía Rural interceptó una camioneta que transportaba producto cárnico violando las medidas de salubridad. Por ello, un hombre mayor de edad quedó a disposición de la Justicia.
Los policías lograron individualizar a un hombre que conducía una camioneta en la que transportaba un animal vacuno faenado, sin respetar las medidas de higiene y salubridad para dicha actividad. Esta persona fue infraccionada por la irregularidad cometida.