Un tercer efectivo, en tanto, deberá responder por negarse a tomarle la denuncia a las víctimas.
El pedido de juicio fue realizado por la fiscal penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, ante el Juzgado de Garantías 7. Los imputados fueron identificados como María Coz y José María Jaramillo, a quienes imputó los delitos de vejaciones calificadas por el uso de la violencia y lesiones leves agravadas por el odio a la orientación sexual, en concurso ideal y en calidad de autores. Por otra parte, el efectivo José Ariel Paz, fue imputado por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Según la fiscalía, Coz y Jaramillo, mientras ejercían un acto de servicio, detuvieron a dos mujeres y ejercieron un uso abusivo de violencia, lo que causó lesiones en el cuerpo de las detenidas, al tiempo que se burlaron de su condición de mujeres transgénero.
También surgió que Paz, quien era oficial de servicio, se negó a dar cumplimiento, sin justificativo alguno, a la radicación de denuncia de las damnificadas.
La intervención de la fiscalía se produjo a partir de la remisión del acta de control de legalidad por parte del Juzgado de Garantías 3, de fecha 1 de noviembre de 2019 y en relación a lo declarado por una de las víctimas, quien manifestó que fue maltratada por los policías acusados, los que le arrojaron gas pimienta y le propinaron golpes en todo el cuerpo, lo que le produjo un esguince en el dedo índice de la mano izquierda.
Además, fue remitida otra acta de control de legalidad, en la que la otra víctima, sostuvo que ese mismo día, en horas de la mañana, fue detenida en inmediaciones de Ituzaingó, entre La Rioja y San Luis, y que sufrió maltratos por parte del personal interviniente, además de resultar con lesiones en el antebrazo derecho, las que fueron constatadas.
Por estos hechos, las víctimas radicaron una denuncia ante la Oficina de Violencia Familiar y de Género, contra Alejandra Coz y José María Jaramillo; pues en la comisaría no se lo permitieron. Les dijeron que debían esperar al médico legal. Entonces, otra amiga tomó fotos y se las mandó a la entonces directora del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, Pía Ceballos, y recién entonces, le tomaron la denuncia.
Asimismo, relataron que los policías no les decían nada y que solo se reían entre ellos cada vez que preguntaban por el médico. Sostuvo que ella también fue golpeada por ese grupo; que jamás las atendió el médico y que las tuvieron en la Comisaría solo para “verduguearlas”. Destacó que recién al llegar Ceballos, el trato cambió.
En vista de estos elementos, se pidió juicio contra los tres policías.