El caso se encuentra en manos de la fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Orán, Claudia Carreras, quien llevó adelante la acusación contra los dos venezolanos, aunque no se descarta todavía si hubo participación de otros implicados en el crimen.
El brutal homicidio de Barrios, quien trabajaba en una gomería de la zona, causó gran conmoción en Pichanal, pues si bien el cruce es escenario de varias fechorías, nadie esperaba un desenlace tan sangriento y mucho menos que los protagonistas del crimen sean extranjeros.
Por lo que se pudo conocer hasta ayer, el hecho ocurrió el martes pasado, en horas de la madrugada, en el predio de las vías ferroviarias, entre la ruta 34, el acceso a la Misión San Francisco y la avenida Güemes, lugar en el que se refugian personas que están de paso y es propicio de largas ingestas alcohólicas.
En ese sector, según lo informado, los acusados pernoctaban en una carpa, aunque al momento del hecho también habría estado presente otro venezolano y un ciudadano colombiano, grupo que, al parecer, comenzó a molestar a una mujer que pasaba por el lugar.
A raíz de ello, un vecino se acercó para salir en defensa de la joven, lo que motivó la reacción de los cuatro extranjeros, quienes habrían tomado a golpes al hombre hasta dejarlo en el suelo, situación que generó la intervención de la víctima, quien tiene su gomería a pocos metros del lugar.
En este caso, cuando Barrios entró en acción en busca de que los extranjeros se calmaran y dejen en paz al vecino y a la joven, la reacción de dos de los venezolanos fue de mayor violencia, pues atacaron al gomero armados con cuchillos.
Trascendidos indican que Barrios recibió, al menos, 18 cuchilladas, dos de las cuales fueron directamente al pecho, tras lo cual cayó al suelo y fue rematado por los dos venezolanos con otras estocadas, siendo la joven a la que molestaron los extranjeros, la principal testigo del brutal crimen.
La mujer, según fuentes policiales, reveló que Barrios se vio sorprendido por el ataque armado, por lo que no pudo hacer mucho por resistirse ni menos por escapar del alcance de sus asesinos, quienes podrían haber actuado bajo los efectos de algún estupefaciente.
Cuando la Policía llegó al lugar, la víctima tenía los pantalones abajo y la remera sobre su cabeza, como así también se podía apreciar varias heridas en la espalda. Barrios, conocido como “Mecha”, residía en Villa Rallé y era ampliamente conocido en la zona.
En seguida, y con directivas de la fiscal en base a los indicios hallados en la escena del crimen, en especial lo relatado por la mujer que fue testigo del asesinato, la Policía inició una búsqueda de los principales sospechosos del brutal homicidio.
Así fue como, a los pocos minutos del hallazgo del cadáver de Barrios, la Policía atrapó a los dos venezolanos en inmediaciones de la terminal de ómnibus, donde aguardaban un colectivo de larga distancia con destino a la frontera norte de la provincia. Frustrada la fuga, ambos acusados fueron detenidos y ayer, ya quedaron imputados por el homicidio.