La maniobra, según fuentes del juzgado de Garantías 4, donde se presentó el pedido, es promovida por un supuesto acuerdo financiero que le habría dejado a Fernando Galletti, el conductor víctima y denunciante mediático del caso, una importante suma de dinero.
Con Galletti silenciado, habría acordado un pago indemnizatorio de más de 250 mil pesos, la defensa de Vorano, en manos del estudio del abogado, Horacio Aguilar, quien acordó entre bambalinas el arreglo, tendría ya cerrado el acuerdo que dejaría a su cliente prácticamente exonerado de culpa y cargo.
Vorano quedó en libertad a partir de una decisión del juzgado de Garantías, a cargo del juez, Héctor Martínez, magistrado a quien Aguilar ya tendría “hablado” para abrochar el acuerdo que le permitiría a Vorano volver al volante.
La liberación del hombre, pese a que el informe psicológico le habría dado negativo, lo que llamó la atención, sin embargo, es que nadie ni si quiera el efusivo Galletti, quien a los días de ocurrido el incidente, salió a reclamar por la detención del acusado, dijo nada.
Como se recordará, el 14 de abril pasado, en horas de la noche, según la versión mediática y la denuncia policial, Galletti, al volante de una camioneta VW Amarok, y Vorano, quien circulaba en una Toyota, protagonizaron un roce vehicular, seguido de disputas verbales en la rotonda frente al colegio San Pablo, camino a San Lorenzo.
El cruce, según lo establecido, se extendió hasta el puesto de control de La Agüada, donde Vorano disparó contra la camioneta en la que viajaba Galletti y sus tres hijos, tras lo cual la víctima se detuvo y el acusado se escapó.
El incidente ganó trascendencia y ribetes de escándalo a partir de la campaña mediática de Galletti, quien reclamó enérgicamente por el grave riesgo de vida que corrió junto a sus hijos, hecho que ganó trascendencia y motivo un rápido accionar de la justicia.
Vorano, posteriormente, fue detenido y se le secuestró dos armas de fuego, por las cuales sólo tenía documentación para la tenencia y no la portación, por lo que se le imputó el delito de “portación ilegítima de armas”. El fiscal penal, Pablo Rivero, lo acusó de tentativa de homicidio, y pidió la prisión preventiva, pero la gestiones del abogado defensor pudieron más y a los días de ser detenido, Vorano quedó en libertad.