Este entendimiento, sumado a la exclusión de las Malvinas del acuerdo comercial post Brexit entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido y el cada vez más evidente retiro de apoyos europeos a la política colonial británica, configuran un escenario potencialmente favorable para el reclamo argentino sobre el archipiélago.
Si bien el preacuerdo que insertará a Gibraltar en la zona Schengen, de libre circulación de personas, alcanzado horas antes de la entrada en vigencia del Brexit, no tendrá implicancias directas en la cuestión Malvinas, representa un nuevo mojón en el "debilitamiento" de la política colonial británica, evalúan en el Palacio San Martín.
En este contexto, el Gobierno argentino buscará "profundizar el trabajo conjunto con España para llevar a los organismos internacionales sus respectivas reivindicaciones de soberanía sobre Malvinas y Gibraltar", adelantó a Télam el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, de la Cancillería, Daniel Filmus. Argentina tiene firmado junto a España un acuerdo de reconocimiento mutuo de soberanía sobre esos territorios, que incluye el compromiso de trabajo conjunto en los organismos multilaterales. El ejemplo más claro se evidencia en el ámbito de la Cumbre Iberoamericana.
"Malvinas y Gibraltar son los dos casos que, bajo tratamiento ante el Comité Especial de Descolonización, las Naciones Unidas reconocen la existencia de una disputa de soberanía donde prevalece la integridad territorial y no les resulta aplicable el principio de libre determinación de los pueblos.
En ambos casos la Comunidad Internacional exhorta a resolver la disputa mediante negociaciones bilaterales", recordó Filmus y ratificó que para el Gobierno argentino "el camino del diálogo es el único que nos puede llevar a una solución pacífica y definitiva del diferendo territorial" y agregó: "Reino Unido no debería dejar pasar esta oportunidad".