LA CAMPAÑA POR EL BALOTAGE

Haddad y una alianza democrática para frenar a la ultraderecha

Luiz Inácio Lula da Silva y su heredero, Fernando Haddad, arman un frente democrático para contener a la ultraderecha. Reunidos ayer en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba diseñaron la estrategia de alianzas con la cual enfrentar a Jair Bolsonaro en el ballottage del 28 de octubre.

Jair Bolsonaro y Daniel Haddad, diseñan sus estrategias de campaña para la segunda vuelta por la presidencia de Brasil el 28 de octubre.
Jair Bolsonaro y Daniel Haddad, diseñan sus estrategias de campaña para la segunda vuelta por la presidencia de Brasil el 28 de octubre.

En la primera vuelta electoral del domingo  el capitán retirado del Ejército Jair Bolsonaro sorprendió al obtener el 46% por ciento de los votos válidos, seis puntos más de lo previsto por las encuestas, contra el 29% del ex intendente petista de San Pablo.

El candidato del PT y su padrino político diseñan la estrategia de alianzas con la cual enfrentar a Bolsonaro en la segunda vuelta, dentro de 20 días. “Vamos a confrontar dos proyectos en disputa”, señaló Haddad.

Por su lado, el representante de la  extrema derecha brasileña Jair Bolsonaro dijo ayer,  que mantendría a una retórica dura en la campaña para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, luego de su sólida victoria en la primera ronda de las elecciones que impulsó a los mercados financieros.

Si bien,  algunos partidarios de Bolsonaro le pidieron que moderara su mensaje para asegurar la victoria, pero el candidato dijo que se apegaría al tono duro que ha empleado para referirse al crimen y la corrupción, que ha encontrado eco entre los votantes. Muchas personas en Brasil, el quinto país más poblado del mundo, están desilusionadas con los partidos tradicionales.

“No puedo convertirme en un pequeño Jair ‘Paz y amor’. Sería traicionar quien soy”, dijo Bolsonaro en una entrevista de radio. “Tengo que seguir siendo la misma persona”.

Reflejando la confianza en que ganará el balotaje, Bolsonaro dijo que ya había iniciado conversaciones con otros legisladores en el Congreso para levantar una coalición de gobierno. 

Convocar al voto útil

Un balance inicial sobre la distribución del electorado indica que Bolsonaro fue eficaz en la estrategia de convocar al “voto útil” de todo el arco conservador, incluyendo a los neofascistas, para aniquilar a la izquierda en el primer turno. Y estuvo a un tris de lograrlo.

Al contrario de Bolsonaro, Haddad y el PT no cautivaron a todo el espectro democrático y progresista en el que se incluyen los votantes del tercero Ciro Gomes, del Partido Democrático Trabalhista (PDT), y una parte de los que sufragaron por el conservador Geraldo Alckmin, que se ubicó cuarto, y pertenece al Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB).

La prioridad la tiene Ciro Gomes, un dirigente de centroizquierda que obtuvo el 12,5 por ciento equivalente a unos 13 millones de electores. Haddad y Gomes ya tuvieron una primera conversación informal el domingo cuando acordaron un nuevo diálogo para los próximos días.

 Otro terreno a ser explorado son los 30 millones de ciudadanos que se abstuvieron de participar, que equivale al 20 por ciento del padrón nacional, y fue la cifra más alta de los últimos veinte años.

Claro que el análisis de lo ocurrido en la primera rueda de votación no puede soslayar dos elementos que están en el subsuelo de esta campaña: la proscripción de Lula y la posterior prohibición de que comunique a los 147 millones de ciudadanos empadronados que su apadrinado era su ex ministro de educación Haddad.

Una de las simplificaciones más corrientes en el análisis de estos comicios es darlos por completamente democráticos. Si lo fueran Lula, que hace menos de un mes tenía el 40 por ciento de intenciones de voto contra el 20 de Bolsonaro, podría haber sido candidato como lo recomendó Naciones Unidas a través de su Comité de Derechos Humanos.

El recálculo de Haddad

Haddad, tendrá que conseguir una hazaña política si quiere revertir la derrota. En la campaña, el eslogan del PT ha sido literalmente: “Haddad es Lula. Lula es Haddad”. El mensaje era necesario para mantener el apoyo de las facciones de izquierda del partido, que no han abrazado completamente la política centrista y el historial académico de Haddad.

Pero ese eslogan no será suficiente para vencer a Bolsonaro, quien  superó lo que le auguraban la encuestas
“Haddad tiene que cambiar o morir”, dijo Sergio Praça, analista político de la Fundación Getulio Vargas

El candidato a la Presidencia de Brasil por el Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, resaltó este lunes que es necesario que todas la fuerzas progresistas del país se unan en torno a un solo objetivo: la restauración del desarrollo con inclusión social en el país. 

Durante una rueda de prensa en Curitiva, estado de Paraná, Haddad indicó que con la fuerza de este objetivo se podrán disputar voto a voto el electorado en la segunda vuelta 

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