Más de 3.000 centroamericanos aguardan en la frontera el permiso de las autoridades mexicanas., para luego ingresar a EE. UU. Algunos cruzan el río Suchiate en balsas para seguir su camino hacia EE UU.
El estado mexicano recibió 640 solicitudes de refugio en la garita de Ciudad Hidalgo (Chiapas) y permitió el ingreso de algunas mujeres y niños a un albergue cercano a la frontera.
La gran mayoría de los migrantes eran hondureños, nicaragüenses, guatemaltecos y de otros países que cruzaron por agua y desembarcaron en el parque central de Ciudad Hidalgo, en el límite sur de México. Esta mayoría se sumó al éxodo en los últimos días.
En la noche de este sábado, el parque central de Ciudad Hidalgo estaba abarrotado. Cientos de migrantes entonaron el himno de su país y se apostaron en las jardineras, las bancas y la explanada de cemento. Los miembros de la caravana que ya cruzaron a México vuelven a esperar. La apuesta es que un contingente nutrido pueda avanzar en territorio mexicano y los 2.000 kilómetros que los siguen separando de Estados Unidos. Está previsto que salgan a las seis de la mañana del domingo. La mira está puesta en Tapachula, a unos 50 kilómetros de la frontera con Guatemala. Los migrantes desesperados piden estar juntos para poder ir en busca de situaciones económicas que mejore la calidad de vida.
Muchas historias se entretejen entre la miseria y desesperación, en el largo camino que transitan.