La norma, impulsada por la oposición debido a la demora del Gobierno de Sebastián Piñera para entregar ayuda en medio de la crisis por la semiparalización que causó la pandemia de coronavirus, fue aprobada por 116 votos a favor, 18 en contra y 5 abstenciones en la votación final en la Cámara de Diputados en su tercer trámite legislativo.
Desplegando banderas y entonando el himno nacional, varios diputados celebraron en el Congreso una votación impensada hace cuatro meses, menos aún con el apoyo de parlamentarios de la derecha chilena.
El Gobierno tiene la posibilidad de vetar la ley o enviarla al Tribunal Constitucional para su revisión en un último intento por evitar su entrada en vigencia, pero al cierre de esta edición, Piñera parecía dispuesto a poner su firma.
El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, había explicado que "todavía quedan algunos procedimientos administrativos y el Ejecutivo tomará una decisión al respecto cuando se despache el oficio promulgatorio". Pero no dio plazos.
Si decidiera vetarla o enviarla al TC, corre el riesgo de hacer estallar la calle, donde la iniciativa cuenta con un altísimo respaldo popular y su tramitación en el Congreso fue precedida de protestas y masivos cacerolazos.
Las encuestas muestran que más de un 80% de la población apoya el retiro anticipado de los fondos como forma de paliar la merma en los ingresos que para grandes sectores han significado más de cuatro meses de pandemia.