Las autoridades de Líbano apuntan que la magnitud de lo sucedido puede deberse a una gran cantidad de explosivos depositados durante seis años en un almacén en el puerto.
El presidente de ese país, Michel Aoun, escribió en la red social Twitter que era "inaceptable" que hubiera 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas de forma insegura.
El mayor general Abbas Ibrahim, director de Seguridad General, rechazó las acusaciones de que Israel era responsable y un ministro israelí le dijo a la agencia de noticias Reuters que el país no tenía nada que ver con el incidente.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gabi Ashkenazi, aseguró a una estación de televisión local que la explosión fue probablemente un accidente causado por un incendio.
Videos publicados en internet de quienes grababan el humo que levantaba lo que parecía un incendio muestran una segunda explosión, mucho más grande, que levanta una nube con forma de hongo.
También se puede ver cómo edificios son prácticamente destruidos por la onda expansiva.
El primer ministro de Líbano, Hassan Diab, consideró que lo sucedido es "un gran desastre nacional" y pidió apoyo internacional.
"Hago un llamamiento urgente a países amigos y hermanos... para que apoyen al Líbano y nos ayuden a sanar nuestras heridas profundas", dijo.
Aseguró, además, que los responsables serían llevados ante la justicia.