En los comicios estaban en juego las 435 bancas de la Cámara de Representantes, 35 bancas en el Senado, 36 gobernaciones, además de varios cargos locales.
Por ley, Estados Unidos tiene 9 husos horarios, por lo que la votación comenzó a cerrarse ayer a las 20 de Argentina, para los estados de Indiana y Kentucky, que daban como ganadores a los republicanos con una diferencia de más de 20 puntos, sin embargo desde los medios internacionales, nadie arriesgaba a estimar un pronóstico, frente a la intensa campaña que montó el ex presidente Barack Obama, instando a votar "para cambiar el rumbo".
Según sondeos de opinión, los demócratas conservaban una buena posibilidad de ganar al menos la Cámara de Representantes, pero pocas esperanzas de obtener el control del Senado.
Si logran el control de la Cámara baja, los demócratas podrían iniciar investigaciones en el Congreso sobre aspectos de la administración de Trump; desafiar sus propuestas a Arabia Saudita, Rusia y Corea del Norte; y oponerse en materia de inmigración, recortes de impuestos y comercio. Por otro lado, y si el panorama finalmente resulta favorable para los republicanos, es probable que Trump reclame la revindicación por su estilo.
Participaron casi 200 candidatas al Congreso
Entre los datos más notorios para los comicios de ayer, fue el récord de candidatas mujeres, como claro signo de una búsqueda de mayor protagonismo en el Congreso. La lectura de este panorama, se asocia directamente al auge del #MeToo.
En ese sentido, los comicios estarán cruzados por un crecimiento en la participación de mujeres candidatas al Congreso, que este año alcanzó la cifra récord de 185. El movimiento #MeToo (Yo también), creciente en los últimos años producto de las denuncias de abuso sexual y violencia de género contra diferentes figuras públicas de EE.UU., se metió de lleno en la agenda pública. Millones de mujeres en todo el país salieron a las calles para cuestionar la violencia machista, la brecha salarial y la misoginia que día a día atraviesa sus vidas.
La respuesta no solo se dio desde la calle sino también desde los principales espacios de competencia electoral. En ese contexto, desde el Centro de Mujeres Estadounidenses y Política (CAWP) informaron que en todo el país se registró un número récord de mujeres en postulaciones para competir por escaños en el Congreso.
Por otro lado, en junio las candidaturas de mujeres al Senado también rompieron un pico máximo: se ubicaron en 42, siendo 24 demócratas y 18 para las republicanas, por encima de las 40 de 2016. Rashida Tlaib, una abogada y política estadounidense de 42 años de descendencia palestina, quien ganó la primaria demócrata en Michigan, podría convertirse en la primera mujer musulmana electa para el Congreso.
La aparición del movimiento #MeToo fortaleció las demandas de igualdad en Estados Unidos y ahora es parte de la agenda.
En un contexto de fuerte cuestionamiento al mandatario, las mujeres logran posicionarse como un actor político cada vez más grande dentro del poder legislativo, sobre todo de cara a los comicios de 2020 que se espera sean convulsionados.
