Sin embargo siguieron acumulándose en Rusia, India y América Latina, convertida en nuevo epicentro de la crisis global, mientras Alemania registró un primer brote entre iglesias y restaurantes reabiertos como parte de la relajación general de cuarentenas en Europa.
La persistencia de la pandemia, que ya ha infectado a más de 5,2 millones de personas, tiene bajo contante amenaza los esfuerzos de Gobiernos de todo el planeta de encontrar un equilibrio entre la reanimación de las economías, en caída libre por la paralización de actividades productivas, y la necesidad de evitar una segunda ola de contagios.
Tras avanzar de Oriente hacia Occidente, la pandemia tiene ahora su epicentro en América Latina, cuyos dos países más poblados, Brasil y México, han registrado récords de muertes y nuevos casos cada día de esta semana, lo que ha alimentado las críticas a sus presidentes.
En Estados Unidos, los 50 estados terminaron de reabrir sus economías esta semana, al menos parcialmente, aunque algunos lo están haciendo más rápidamente que otros, en medio de presiones del presidente Donald Trump para que pisen el acelerador.
Las infecciones también están en alarmante aumento en Perú y Chile, dos países inicialmente elogiados por imponer prontas cuarentenas, así como en Ecuador.
Con más de 330.000 casos y más de 21.000 muertes por el virus, Brasil se convirtió en el segundo país con más contagios, detrás de Estados Unidos.
En México, autoridades registraron más de 2.000 nuevos casos por novena jornada consecutiva y más de 400 muertes por tercer día seguido. Perú, el segundo país con más infectados de América Latina, extendió el viernes su cuarentena con toque de queda hasta el 30 de junio, mientras que Colombia tuvo en esta jornada su peor día desde el inicio de su brote con un doble récord de 30 muertes y 801 casos.
Chile, por su parte, registró 41 muertes y más de 3.500 nuevos contagios.