En las últimas horas se viralizó un video en el cual los policías en vez de avanzar contra un grupo de personas que protestaban por el aumento de los combustibles, se quitaron los cascos y mostraron que no estaban dispuestos a seguir reprimiendo.
La actitud de los oficiales produjo el aplauso y reconocimiento de los manifestantes, quienes comenzaron a cantar y agitar banderas amarillas y francesas.
Desde el pasado 17 de noviembre se registran violentos enfrentamientos en un marco de protesta generalizada contra el Gobierno de Emmanuel Macron y la suba de los impuestos a los carburantes pautada a partir del próximo 1 de enero. Como consecuencia de las protestas se registraron más de 100 personas heridas, 400 detenidas y 4 muertos. El último caso fue el de una mujer de 80 años que perdió su vida en la ciudad de Marsella.
Esto es una presión y un costo alto al Gobierno de Macron, y por elló anunció en el día de hoy la suspensión de la subida de las tasas al combustible, en adeción a otras medidas de apaciguamiento.
De esta manera, el mandatario francés rompe una de sus banderas durante la campaña del año pasado cuando manifestara que no se dejaría intimidar ante las revueltas sociales.
Su propósito era distinguirse de antecesores como Francois Hollande que, según el enfoque del presidente, fue la indecisión política una de las causas que imposibilitó el poder imponer reformas sustantivas en Francia.