Pese a ello, los buzos extranjeros en el lugar se mostraron optimistas de que podrán sacar con vida a los 12 muchachos y a su entrenador. "Salir buceando de la cueva sigue siendo una opción", dijo el danés Ivan Karadzic.
Gunan, rescatista tailandés, miembro de la unidad de élite, perdió el conocimiento cuando regresaba de trasladar tubos de oxígeno en la cueva. Las causas del accidente se desconocen por el momento: podría ser que la bomba no funcionase correctamente o que se le agotara el oxígeno.
Su muerte hizo aumentar la preocupación de que también se pueda agotar el aire que respiran los menores, de entre 11 y 16 años, y su entrenador, de 25, atrapados en la cueva Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en la provincia de Chiang Rai.
Un exbuzo de la Marina tailandesa murió el 6 de julio durante una operación de abastecimiento en la cueva. El viernes por la noche, el jefe de la célula de crisis, Narongsak Osottanakorn, también gobernador de la provincia de Chiang Rai, juzgó que una evacuación por buceo no era "oportuna".
Una buena parte de los niños, de entre 11 y 16 años, no saben nadar y ninguno ha practicado submarinismo, lo que complica aún más las operaciones.
De momento, un buzo experimentado necesita once horas para un trayecto de ida y vuelta hasta los niños, seis de ida y cinco de vuelta, gracias a la corriente.
El recorrido es de varios kilómetros y tiene algunos tramos angostos y otros que se tienen que realizar bajo el agua.
Carta de los niños a los padres
Los 12 niños atrapados en una cueva de Tailandia desde hace 14 días enviaron hoy sábado 7 de julio, a través de los buzos, cartas a sus familiares, mientras los equipos de rescate realizaron más 100 perforaciones verticales para intentar una vía alternativa a la evacuación por buceo.
En paralelo, las autoridades, que quieren evitar como sea que los niños tengan que bucear para salir, insistieron en la alternativa de la evacuación por la parte superior de la cavidad.
"Hemos realizado más de 100 perforaciones. Pero todavía no hemos localizado su posición", declaró el jefe de la célula de crisis, Narongsak Osottanakorn, que también es gobernador de la provincia de Chiang Rai.
En el interior, los niños gozan de "buena salud", insistió, pese a los temores respecto a la reducción del nivel de oxígeno.
Tras la publicación de dos videos, el primero grabado cuando unos buzos británicos descubrieron al grupo el lunes por la noche y el segundo, el martes, no se ha vuelto a publicar ningún video.
Las cartas escritas por los niños a sus familias son las primeras pruebas de vida que se han hecho públicas desde el martes.
"No os preocupéis, papá y mamá. Hace dos semanas que me fui pero volveré para ayudaros en la tienda", escribió Bew, cuyos padres regentan un negocio de ultramarinos.
"Estoy bien, pero hace un poco de frío aquí. No os preocupéis por mí. No olvidéis prepararme una fiesta de cumpleaños", dice otro niño, Duangphet, firmando con su apodo, Dom.
"Si salgo, por favor, llevadme a comer moo krata", un plato tailandés a base de cerdo y verduras, pide otro, Piphat, conocido como Nick.