Este estudio es obra de los investigadores de la Universidad de Oxford y servirá para llevar a cabo pruebas masivas en aeropuertos y empresas.
Se trata de un dispositivo capaz de detectar el COVID-19 y distinguirla de otros virus con alta precisión.
Los científicos esperan comenzar el desarrollo de este producto de prueba a principios de 2021, pero no estará disponibles hasta seis meses después, por lo que podrá ayudar a manejar la pandemia a tiempo de cara al próximo invierno.
Además, los expertos ya han adelantado que el mundo tendrá que convivir con el virus aun cuando exista una vacuna contra él.