Así surgió del comunicado que envió el Ministerio de Agroindustria de la Nación que con esto da corte al costo cero del Monotributo Social Agropecuario (MSA), que establece para los campesinos la posibilidad de acceder a aportes jubilatorios, a facturar y de esta manera, formalizar su situación (en tanto hacen venta de sus producciones), y contar con una obra social.
Según explicaron algunos técnicos de la ya vapuleada Subsecretaría de Agricultura Familiar de Salta, la decisión establece que quienes quieran acceder a la obra social deberán pagar el monto que les corresponde (el 50 por ciento del costo), mientras que la otra mitad seguirá siendo pagada por el Estado Nacional.
La particularidad del MSA pasaba, justamente, por el costo cero para los campesinos, dado que la erogación que les correspondía por obra social era aportada por el ahora Ministerio de Agroindustria.
El beneficio fue establecido a partir de 2009. Y se empezó a pagar a obras sociales (en su mayoría a OSPRERA), por cada beneficiario del MSA.
Pero las realidades de las provincias y el Interior en donde producen los campesinos, fueron algunos de los obstáculos que se presentaron y terminaron en que pocos sean los que finalmente se dieron el alta en la obra social.
Claudia Parpagnoli, referente del MSA en Salta, explicó a Nuevo Diario que de todos modos, en Salta la obra social era expedita en dar el alta. A ello sumó que se hicieron campañas en todo el Interior para que los beneficiaros cuenten con su obra social. Sin embargo, indicó que "hay que entender que muchos van al hospital de última", pasando primero por sus propias medicinas, y por los referentes medicinales que hay en la zona.
Uno de los grandes problemas con los que se encontraban los campesinos que no se habían dado el alta, y que se encontraban como beneficiarios, es que estaban registrados dentro del Sistema Integrado de Salud, al ir a pedir atención les piden el carné que no tienen porque no hicieron el alta. Ante ello "vienen a pedir que se les de la baja", una situación en la cual les insisten que cuenten con la obra social.
Estas situaciones son las que tomó como la generalidad Santiago Hardie, secretario de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial, quien había dicho al diario La Nación que "a veces es bueno que quien tiene un beneficio como este pueda pagar esos 268 pesos de la obra social. A muchos, durante mucho tiempo le pagaste el cien por ciento del MSA e intuyo que productores con alto grado de necesidad y de vulnerabilidad quizá tienen un monotributo porque alguien fue, se lo hizo llenar y ni lo usa; ni se acuerdan que lo tienen, y el Estado pone un montón de guita ahí".
A partir de 2019 la solución será quitar la gratuidad de la obra social y por lo tanto, una potestad menos en manos de la SSAF, que viene perdiendo trabajadores que estaban en territorio.
