En la política de cualquier país los gestos y la simbología son parte inherente de su funcionamiento. Ayer miércoles 20 de julio, en el Parlamento italiano, el premier Draghi fue ratificado en una moción pero con un dato relevante: el Movimiento 5 Estrellas que lo propuso para el cargo se ausentó de la sesión.
Dentro de los reclamos del partido había nueve puntos donde se pedía cambios de ministros y la implementación de un nuevo programa. En ese contexto, 95 senadores apoyaron a Draghi pero tres partidos se despegaron de la votación.
Vaciado del poder político que lo acompañó hasta el sillón de la cúpula del poder político, el funcionario decidió dejar su cargo esta mañana.
Draghi quiso renunciar la semana pasada, pero Mattarella se negó
La crisis energética y alimentaria causada por la guerra entre Rusia y Ucrania, junto a los problemas domésticos y la ola de calor que afecta a Europa conformaron un caldo de cultivo propicio para que Draghi decidiera dejar su cargo.
A esto se sumo la pérdida de apoyo del partido con mayor grado accionario, que ya había anticipado su despegue del histórico dirigente la semana pasada cuando Draghi intentó renunciar. Fue un hecho trágico y pintoresco a la vez. Draghi adelantó en un comunicado: "Quiero anunciar que esta noche presentaré mi renuncia al presidente de la República".
El presidente Sergio Mattarella no sólo le respondió por el mismo medio, sino que no aceptó su decisión. "No acepto la renuncia e invito al primer ministro a presentarse de nuevo ante el parlamento", escribió.
Esta mañana, Draghi se presentó ante la Cámara de Diputados y fue recibido con una ovación. Allí adelantó su decisión y agregó que iría hasta el Palacio del Quirinal para comunicarle a Mattarella su deseo de dejar la silla de Primer Ministro.
Ahora se espera que se adelanten las elecciones generales y que se lleven a cabo entre septiembre y octubre.
La renuncia de Draghi se suma a la de Boris Johnson en Gran Bretaña, representando la crisis que atraviesa al Viejo Continente y más ampliamente, al resto del mundo que sigue lesionado por la pandemia y suma una guerra que perjudica el acceso a los alimentos y la energía, con números de inflación altísimos en el grueso de los estados nacionales.
