En ese sentido indicó que si bien a nivel nacional se habla de un “analfabetismo ambiental” de la élite empresaria y la clase política frente al crítico panorama ambiental, puntualmente la visión de los desmontes "continúa siendo progresista, y quedó anclada en la década del 70".
Derlindati detalló que, según el informe sobre la crisis ambiental elaborado este año por organismos internacionales, éste "muestra que desde los 70’ perdimos en Latinoamérica el 90% de los animales silvestres, y que solo el 25% de la superficie de la tierra está sin intervención humana, o sea que en realidad casi no queda nada de superficie desperdiciada." De allí la importancia del conocimiento de leyes como la de bosques, o el proyecto de ley de humedales, para "poder entender qué servicios nos brindan estos sistemas".
Dura crítica a las políticas ambientales
El especialista detalló que, actualmente, el 80% de la desforestación asociada a los desmontes para ampliación de la frontera agrícola en Argentina se concentra en Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco, en ese orden. "A pesar de que disminuyeron los desmontes desde la implementación de la ley de bosques esto no es suficiente; la revisión del ordenamiento sigue sin ocurrir a pesar de que debería haberse hecho cada 5 años" dijo, y agregó: "A esto se suma la especulación inmobiliaria que encontró en el fuego una herramienta para eliminar bosques de manera eficiente y barata, obviamente sin tener en cuenta el daño ambiental, las pérdidas económicas asociadas y el riesgo para vidas humanas, de fauna y flora".
En este sentido evaluó que "es muy difícil que las autoridades y fuerzas de seguridad actúen frente a los incendios, ya sea por no haber invertido en sistemas adecuados de control y prevención, como a la subvaloración de los sistemas naturales, dejando que los incendios se extingan solos como el caso de los incendios en la zona montañosa al oeste del valle de Lerma (atrás de Lesser) o los bosques cercanos a la Universidad Católica de Salta".
