Por el fin de semana largo, Alfarcito tuvo una marcada presencia de turistas que se acercaron a conocer la capilla, el museo que cuenta la obra del Padre Chifri y el centro de artesanos.
"Mientras tanto, el trabajo con los artesanos continuaba como todos los meses. Cada uno de ellos entregó en forma prolija y detallada los trabajos que hicieron en sus hogares o en los cerros mientras cuidaban sus animales. En la capilla tuvimos nuestro momento de meditación y de oración, pidiendo por las necesidades de cada uno de los presentes y por las familias de los diferentes parajes. En esta oportunidad recordamos el natalicio de Chifri, el Ángel de los Cerros, que Dios envió a este rincón de Salta", relató Carlos Figuero, referente de la Fundación Alfarcito, entidad creada para fomentar las actividades de la Quebrada por el padre Chifri.
Luego agregó: "Al mediodía pusimos las mesas y compartimos un almuerzo con los artesanos, donde reinó la alegría y la felicidad, contando los recuerdos que tenían de Chifri y las anécdotas vividas con él. Como siempre decimos, la presencia del Padre Chifri se siente en los corazones de los artesanos".
El padre Sigfrido Maximiliano Moroder nació el 28 de mayo de 1.965, en la ciudad de Buenos Aires. Estando en la secundaria se despertó su interés de ordenarse sacerdote. Su mayor ambición era evangelizar y ayudar a los más necesitados.
Fue enviado a los cerros de Rosario de Lerma en 1.999, donde trabajó en la evangelización y promoción de la economía de las comunidades de los cerros de Rosario de Lerma.
Creó la Fundación Alfarcito con amigos de Rosario de Lerma, San Lorenzo y de la ciudad de Salta, a través de la cual creó un Colegio Secundario Albergue de Montaña y un centro de artesanos. Promovió la economía local mejorando la producción y venta de la papa andina.
