El 29 de septiembre se cumplen 58 años de su desaparición física.
Este año, la misa recordatoria se hará en Cachi, lugar que Pedro Barboza conocía muy bien por sus labores de pastajero, luego de abandonar Santa Rosa de Tastil, su lugar natal. Fue en los Valles Calchaquíes donde decide levantarse contra los terratenientes en reclamo de una justa remuneración para los pastajeros.
En ese entonces, los descendientes de familias tradicionales y adineradas pagaban a los peones por su trabajo, todos ellos originarios, con un poco de granos y con la posibilidad de vivir en sus tierras.
El 4 de septiembre de 1964 Barboza que en ese entonces representaba a la Federación Argentina de Trabajadores Rurales (FATRE) junto a un representante de la Confederación General del Trabajo (CGT), participó de la primera reunión que se realizó en el edificio municipal entre los peones pastajeros y los propietarios de las fincas de Cachi adentro, San José de Cachi, Angastaco, San Carlos, Molinos, Payogasta y La Poma para arribar a un acuerdo que beneficiara a ambas partes.
Fue entonces que se logró delimitar las zonas geográficas de aplicación del convenio que incluyó a los departamentos de San Carlos, Cachi y La Poma. Estableció que las remuneraciones para el peón en base al estatuto eran del 60% en dinero y 40% en especies, que consistía en la posibilidad de tener pastaje de ganado mayor y menor en las tierras de sus patrones, sin límites de números a campo abierto y una parcela que no podía ser inferior a tres hectáreas, con riego, según los usos y costumbres del lugar.
A su vez, los patrones podían verificar si las cabezas de ganado que pastaban en sus tierras pertenecían a las familias de los peones. Los peones estaban autorizados a vender las producciones de las parcelas.
