El meteorólogo Ignacio Nieva, explicó a Nuevo Diario que la mayor caída de precipitaciones fue sobre el Valle de Lerma, en particular hacia el norte, donde hasta esa hora se registraron hasta 95 mm de precipitaciones en algunos puntos del norte de la ciudad.
“Este tipo de lluvias proviene de nubes de tormentas”, informó y agregó que existen diferencias en los milímetros caídos, aún entre sitios cercanos.
Este tipo de lluvias se repite mucho durante los últimos años, no obstante, Nieva aclaró que “hubo un retraso de varios días en el ingreso de una masa de aire que se da entre Navidad y Año Nuevo y que produce las típicas precipitaciones por estas fechas”.
Los puntos más afectados fueron las zonas norte y noroeste de la ciudad, mientras que en Lesser, Castellanos y Yacones, en pocas horas hubo precipitaciones intensas.
Una vez declarado oficialmente el fenómeno climático de “El Niño”, se espera la ocurrencia de eventos de precipitación localmente más intensa que lo normal sobre el centro y norte de Argentina durante el transcurso del los próximos meses.
La relativa coincidencia en los pronósticos sumado a la propia climatología y al desarrollo de un evento “El Niño” aumenta las chances en la frecuencia de estos eventos con sus respectivos impactos.
Panorama poco alentador
Frente a estos episodios que se suceden año a año, el doctor en Biología y especialista en ambiente, Enrique Derlindati, consultado por Nuevo Diario, analizó que: “Estas precipitaciones extraordinarias son evidencia de que los cambios meteorológicos son reales, y se trata de un proceso que se acentuará con el correr de los años, mientras el desmonte y la agricultura masivos continúen haciendo estragos”, señaló.
“Los fenómenos meteorológicos que se presentan año a año, tienden a hacerse más extremos especialmente en la intensidad de los fenómenos”, advirtió el biólogo y que “no se trata de una mirada apocalíptica sino que se basa en predicciones de científicos especialistas en cambio climatico”, finalizó el especialista.