Ni las fotografías, ni las recorridas de las autoridades provinciales y nacionales en el norte provincial, alcanzan para la histórica demanda de elementos tan fundamentales y vitales como el agua, en particular para las comunidades originarias que solo saben de promesas. "El agua sale negra desde hace semanas, y no podemos tomarla", señaló Patricia Ferreira de Misión Carboncito en diálogo con Nuevo Diario: "el agua es fundamental para todos, y sin embargo no tenemos una bomba propia para la comunidad", afirmó.
En ese sentido, Patricia relató que actualmente se encuentran extrayendo agua de la escuela: "es una tristeza que lo único que tenemos es agua sucia y por eso nuestros chicos se enferman", sostuvo y explicó que es el motivo de los recurrentes cuadros de diarrea que se presentan en la comunidad. "Antes contábamos con el ejército que nos traía agua, pero ahora quedamos como siempre, abandonados", lamentó la referente de Misión Carboncito que cuenta con más de dos mil habitantes, todos viviendo en condiciones de extrema pobreza.
La gente hoy debe juntar agua, y muchas veces lo hacen en tachos o bidones que eran de agroquímicos que se utilizan en los campos de soja con los que prácticamente conviven. Al respecto, desde la comunidad analizan la posibilidad de cortar la ruta provincial 53, de no encontrar soluciones a este problema acuciante. No se trata de una realidad desconocida por las autoridades, no obstante parece pasar inadvertida, o al menos ese recorte del mapa, teniendo en cuenta que días atrás desde el gobierno anunciaron nuevos pozos de agua, entre los que no está contemplado ninguno para la numerosa población de Misión Carboncito.