Así lo indica la denuncia radicada por Nievez Pérez, un auxiliar bilingüe de la comunidad Asamblea de Dios de Dragones (ubicado en el departamento San Martín, en límite con Rivadavia), quien en una denuncia que radicó el 23 de diciembre en el destacamento policial del pueblo, indicó que su hijo de un año falleció tras la presunta deficiente atención que le dieron en el puesto sanitario.
Afirmó que el niño estaba con deshidratación desde el 21 de diciembre por lo que decidió llevarlo en “reiteradas oportunidades al Centro de Salud para que lo examinaran y medicaran”. El 22 de diciembre a las 8 volvió al puesto sanitario y el nene ya tenía fiebre. Indicó que la enfermera de turno por orden del médico Oscar Franco dejó al nene en observación con la indicación de que el chico consuma suero por vía oral. El nene quedó hasta las 12 y el médico, tras observarlo, le da el alta y receta el consumo de suero, enviándolo a su casa.
El relato de Pérez indica que a las 22 el nene debía volver para un inyectable. A las 0 del 23 notó que el chico no podía respirar y lo llevó al centro de Salud. Se le hizo un tratamiento con Paff y lo vuelven a derivar a la casa.
El chico estuvo estable hasta las 12 del 23 de diciembre “tomó suero, se alimentó con leche y agua y luego levantó temperatura, y comenzó con diarrea”. Frente al cuadro fue que Pérez volvió al centro de Salud en donde ante la imposibilidad de colocar el suero vía intravenosa pese a los intentos, Franco ordena la vía por la nariz y la derivación al Hospital de Tartagal.
Sostuvo que se esperó una hora y media al chofer de la ambulancia y salieron sin enfermera. Tras recorrer cinco kilómetros por la ruta nacional 34 el nene comenzó a soltar espuma y notó que ya no respiraba, por lo que el chofer decide volver al centro de Salud.
A las 14 el médico realizó maniobras para revivir al nene. Pero fueron en vano. Pérez acusó que en las reiteradas visitas pidió la derivación más de una vez, sin éxito.