“Es una reacción tardía pero acertada”, indicaron fuentes periodísticas del departamento Orán.
Según pudo conocer Nuevo Diario el religioso mantenía el cargo de presbítero, pese a que las denuncias en su contra se conocieron en 2019 y continuaba manteniendo contacto con jóvenes en el marco de la iglesia.
La suspensión fue firmada por el obispo de la Diócesis, Fray Luis Antonio Scozzina. A diferencia del caso de Gustavo Zanchetta que nunca perdió el cargo que ostentaba en la orden religiosa, el obispo tomo la medida contra Páez.
“Hasta hoy ningún obispo había tomado una determinación como esta”, indicaron colegas de la zona a este medio.
Con esta determinación, Páez queda apartado de toda actividad católica y del hogar religioso donde residía, sin embargo, no podrá ser expulsado de la iglesia hasta tanto se lleve adelante el juicio canónico.
Según explicaron a este medio, el no ser expulsado de la iglesia genera que la persona siga cobrando por ejemplo un sueldo de la institución religiosa, hasta tanto se expida el juicio canónico. El propio Zanchetta al no tener definiciones del juicio de la Iglesia en su contra, continúa como obispo pese a no estar ejerciendo, y por lo tanto sigue percibiendo sus haberes por el cargo.
En el caso de Páez, no podrá oficiar en misas ni ejercer ninguna función del ministerio eclesiástico, pero es necesario resaltar que continuará ligado a la iglesia.
Si bien las denuncias se conocieron hace dos años, los hechos que se denunciaron habrían ocurrido entre el año 2015 y el 2017.
“Hubo una de las personas dentro del Obispado de Orán que paso por el abuso de Zanchetta y de Páez”, indicaron fuentes sobre el tenor de las denuncias en contra de Páez.
