Según pudo conocer Nuevo Diario, el seguimiento de los hechos se realizó desde agosto de este año, cuando AFIP junto al personal de la División de Trata de la Provincia se constituyeron en “Finca El Bordo”, ubicada en Apolinario Saravia, para realizar un relevamiento.
Fue al ingresar que encontraron personasmayores y menores, ejerciendo tareas de recolección de tomate y berenjenas, contabilizando diez casillas de madera precarias.
Algunos trabajadores indicaron que se encontraban viviendo en el lugar junto a sus hijos menores de edad. Vivían en una casilla sin camas ni colchones, donde permanecían hasta el término de la cosecha.
Entre los nombres de quienes los contrataban mencionaron a Walter Horacio Ortiz Meriles y otras dos personas más.
En cuanto al pago por su labor, dijeron que recibían de $7 a $12 por cada cajón que llenaban, sin recibir comprobante alguno.
Los trabajadores no poseían medidas de seguridad, carecían de electricidad, de cloacas, utilizaban un baño con letrina y una estructura de plástico para cubrirlo, no contaban con señal telefónica, tampoco se observó un botiquín de primeros auxilios.
Tras ello se dio intervención a la División de Trata de la Policía Federal que actuó y realizó allanamientos, deteniendo además a Ortiz Meriles, quien aún se encuentra en esa situación. Los otros dos todavía están prófugos.