Estos nuevos despidos se suman a los 180 que la empresa decidió disponer a principios del año pasado.
Según el comunicado que se dio a conocer de manera oficial desde la empresa: “La situación en el país es muy grave y en nuestra industria mucho peor, por una larguísima lista de motivos. Somos conscientes de nuestro impacto como empleadores y lamentamos muchísimo no haber podido hacer más inversiones para paliar los problemas de empleo, pero seis años consecutivos de fuertes pérdidas y un sindicato irracional y conflictivo, nos llevaron a lo largo de los años, a perder todas las oportunidades de inversión posibles”.
Más adelante reconocieron que “las pérdidas acumuladas, la negativa evolución de la actividad, los bajos precios internacionales, el ataque mediático al azúcar, los recortes al precio del bioetanol, la suba de la presión tributaria desde el año pasado, las altas tasas de interés, la imposibilidad de crecer por la ley de tierras y el congelamiento territorial, hacen imposible mantener la operación con estos niveles de empleo”.
Desde el Sindicato de Trabajadores del Azúcar (STA), se explicó a Nuevo Diario que se analizan las acciones a seguir.
Se denunció además que por una decisión de reorganización de la empresa hay personas de 35 a 45 años de antigüedad que fueron transferidas a la zona agrícola.
“Tienen más de 60 años”, dijo el adjunto del STA, Claudio Colque. Son estas personas las que en principio, ante la novedad, piden el retiro. Para Colque eso es en realidad un “despido encubierto”.