Así lo explicó la gerenta del Hospital de ese municipio, Elisé Garró Cabezas, a Nuevo Diario, al reconocer que los casos de diarrea aumentaron tras las inundaciones, además de los problemas respiratorios, y piodermitis.
Por ahora quedan unas 20 familias evacuadas en el complejo municipal y el resto volvió a sus hogares. Pero se sospecha que las aguas que inundaron Apolinario están contaminadas y más allá de la higiene de las familias, el problema es que los chicos al jugar tienen contacto directo con el barro, y esto genera que muchas veces tengan contacto directo con la boca y se produzcan las diarreas.
Otro de los repartos que se están haciendo desde el Hospital son repelentes para las familias. “Se reparten dos por familia”, dijo la médica al sostener que con estas medidas se busca dar la mejor prevención a la Salud de los pobladores que fueron afectados por las inundaciones.
“El agua para beber debe ser mineral o hervida”, advirtió la médica al detallar que desde el Municipio se decidió comenzar a repartir agua.
La médica aseguró que a partir de ahora hay que esperar el “después” de las inundaciones y, por lo tanto, también la posibilidad que existan más enfermedades en unas semanas más. Mientras, entre niños y adultos se atendió a unas 500 personas del Municipio.
Traslado en Rivadavia
Unos 13 niños recién nacidos de la zona de Rivadavia fueron trasladados a un centro asistencial de mayor complejidad, para su asistencia en salas de internación abreviada por complicaciones vinculadas al aparato respiratorio, del tipo bronquiolitis y faringitis.
El resultado surgió del operativo sanitario que realizó el equipo de especialistas que visitaron parajes de Rivadavia Banda Sur. Se atendió un total de 200 pacientes, entre los que se cuentan adultos y adultos mayores con hipertensión arterial, y artrosis, entre otros problemas.