"Él (Jesús) no le tuvo miedo a Dios, aceptó como hombre ser su hijo. Es hijo por ser Dios, pero es hijo por ser hombre. Nos hizo a nosotros ser hijos de Dios. Y esta entrega al padre la realizó hasta la muerte, entonces el padre lo bendice en la resurrección. Este es el paradigma, el camino, esta es la verdad. Acá esta la vida, Jesucristo".
Luego hizo referencia a los rayos que adornan al Señor del Milagro. "El pueblo de Dios en Salta captó que en el amor crucificado estaba el triunfo de la vida y por eso le incorporó los rayos. Y por eso desde 1846 celebramos el pacto en una nueva alianza que nace de la resurrección", dijo.
Sostuvo que las personas buscan modelos de hombre y que es la fe la que da respuestas. "Él me ha hecho hijo porque me hizo hermano, él me ha dado un lugar en el mundo que es un lugar nuevo. Yo lo puedo celebrar en la Pascua, un lugar que me proyecta para la vida eterna, que me hace vencer también la muerte, que me da certeza que lo último de mi vida no son los dos metros de tierra que me ponen encima cuando me sepulten, sino la vida, la resurrección".
Remarcó que a partir de la resurrección del señor "hay una nueva historia, que es la mía porque fui bautizado en la muerte y resurrección de Jesús, que es la nuestra porque somos un pueblo cristiano".
Agregó que "La vida del cristiano está marcada por el impulso. Me ha parecido providencial que, inspirado en San Pablo, el Papa nos haya emitido el "no nos cansemos de hacer el bien". El mundo de hoy tiene necesidad de que los cristianos les demos el testimonio de que somos capaces de hacer el bien y aunque estemos cansados de volver a empezar, de creer en el valor de verdad, honestidad y la honradez, de creer en el trabajo, el servicio y responsabilidad y de seguir el estilo de vida de Jesús. De apoyar nuestra existencia en él".
Destacó el matrimonio
Luego se refirió a la importancia del casamiento. Si los matrimonios comprendieran lo que son un hombre y una mujer que se casan, lo que significa para la iglesia, porque significan para el mundo para el proyecto de Dios, si se comprendiera que casarse en el Señor es vivir al mismo Cristo que se hace uno, entre él y ella como cuidarían su amor.
