La sede está en Mar del Plata bajo la dirigencia de Mónica Basterrechea y tiene representación en todas las provincias. El sindicato espera desde el 2015 que la Dirección Nacional de Asuntos Sindicales les dé la personería gremial.
Las costureras están amparadas en la Ley 12.713 de Trabajo a Domicilio, vigente desde 1942. Tienen una cuota sindical de $50 que se utiliza para consolidar la organización.
Mamaní contó a Nuevo Diario que se enteró del sindicato a través de una publicación de Facebook de una costurera jujeña. "Me llamó la atención de que tuvieran un tarifario. Nuestro trabajo no es valorado y siempre quieren pagar menos de lo que vale. Es distinto un trabajo que se hace a medida del que viene industrializado. Muchas veces no se sabe cuánto cobrar a un diseñador que pide una muestra para hacer después en cantidad, o hacer un vestido de 15 o de novia", dijo.
El trabajo se realiza prácticamente en negro, no tiene horarios y muchas veces involucra a toda la familia.
"Merecemos presentar un presupuesto y que se respete. Por lo general lo que hace la mayoría de las empresas es darte el trabajo y fijarte el precio, cuando en otras actividades el que pone precio al trabajo es quien lo hace. Y no tenemos cómo defendernos", contó.
Movilizada por la historia de su mamá, también costurera, quien no pudo acceder a una jubilación por su oficio, Mamaní busca el reconocimiento de la actividad. "Me hubiese gustado mucho que pudiera jubilarse dignamente del trabajo que hizo toda su vida. Yo seguí con la costura por ella y porque me mueve la lucha de las mujeres", agregó.
Como la ley que las ampara tiene más de 80 años y no tuvo actualización, cada delegada provincial pidió a los legisladores provinciales que vean que se las incorpore en la ley de Teletrabajo como costureras que trabajan a menor escala. "El diputado (Jorge) Taiana fue el único que se puso a disposición.
Queríamos que la ley de Trabajo a Domicilio se pudiera adaptar a la ley de Teletrabajo para que pudiéramos tener ese espacio, pero no fue posible.
Sin embargo, seguimos luchando por la dignificación del trabajo a domicilio", contó Mamaní.
Por otro lado, la trabajadora de la costura manifestó que se debe reconocer el trabajo que realizan no solo con el monotributo social, sino con normativas que garanticen el acceso a jubilaciones dignas, obra social, bancarización, entre otros beneficios sociales.
"Durante la pandemia seguimos organizándonos y reuniéndonos a través de plataformas virtuales.
Queremos un tarifario por región, porque en Salta no se puede cobrar lo mismo que en Buenos Aires, ni es lo mismo lo que se cobra por trabajo a escala que por un trabajo personalizado. Muchas veces buscamos asociarnos sin ser cooperativas y trabajar en proyectos cada una desde su casa", señaló Mamaní.
Como parte de la actividad sindical, las delegadas gestionan descuentos en casas de telas y mercerías para las afiliadas, dan capacitaciones y afilian a los interesados. Los interesados pueden consultar al www.sindicatoargentinodetrabajoadomiciliotextilyafi-nes.com/ y en Salta al 387 4624947.