Advierten que por la pandemia han dejado de recibir prestaciones importantes. Ignacio Boasso, delegado por Capital advirtió que la obra social provincial tiene bajo su órbita toda la estructura estatal, lo que le asegura un ingreso seguro. “Sin embargo, ante una situación de crisis humanitaria, la obra social en vez de ampliar las prestaciones las reduce y las burocratiza y dice que solo atiende lo que es urgencia. No solo no garantiza la cobertura total de todos los afiliados, sino que reduce las prestaciones, todo lo contrario a lo que deberían hacer”, remarcó. Hizo hincapié en que el IPS no es un negocio de la salud, sino que es una obra social solidaria, por lo que debería garantizar las coberturas. “La obra debe darle las prestaciones a todos los afiliados con o sin coseguro, inclusive a los docentes interinos que están a término, que son trabajadores temporarios del Estado”, dijo Boasso.
El docente indicó que los trabajadores necesitan saber cuáles son los recursos con los que cuenta la obra social para garantizar la salud, más aún en tiempo de pandemia. “Queremos saber cuáles y cuántos son los laboratorios que están trabajando, cuántos tubos de oxígeno tienen. Queremos que no haya restricciones. Si una persona necesita anteojos tiene que poder hacérselos, no se le puede decir que no se puede porque estamos en emergencia. No se cubren cosas básicas con situaciones que llegan a ser abandono de persona”, disparó. “La obra social es nuestra, estamos obligados a aportar, pero nunca constituimos el directorio. Tiene fuente de financiamiento segura al establecer una alícuota extraordinaria del 5,5% y cuando llega una situación de crisis humanitaria te cierra la puerta. ¿Quién determina qué es lo importante, si una persona necesita lentes?”, afirmó.