Esta situación motivó a que desde diciembre del año pasado, los vecinos reclamaran a la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMT) que restablezca la paz que perdieron.
Rosa Locatelli, una de las vecinas de la cuadra, denunció ante Nuevo Diario que, desde que la empresa decidió utilizar la cuadra como punta de línea, padecen los ruidos de los colectivos que desde las 6:30 de la mañana mantienen sus motores encendidos por más de 20 minutos. A esto se le suman los gases y olores que emanan, las obstrucciones a los garages e inclusive los malos tratos por parte de algunos choferes cuando los vecinos reclaman.
"Estamos cansados de que la empresa utilice la primera mitad de cuadra con los colectivos, choferes e inspectores como si fuera de uso privado y particular. Se estacionan tres colectivos con los motores en marcha desde las 6:30 hasta las 8 de la mañana. Usan el espacio de uso público como si fuera propio", explicó la mujer.
Aseguró que a través de numerosos reclamos a la línea de whatsapp de la Autoridad Metropolitana (AMT), donde enviaron fotografías y videos, los vecinos le hicieron saber al Organismo de control su malestar, no logrando aún que la empresa cese en los perjuicios que provoca. Hasta ahora generaron los reclamos 73264, 73279, 73300, entre otros, todos ellos derivados a la Gerencia de Planificación, área encargada de solucionar las quejas.
"A todo esto se suma que estacionan sus unidades en la salida de mi garage, y tengo que esperar a que limpien las unidades y suban todos los pasajeros para poder llegar -siempre tarde- a mi trabajo. Cuando le hacemos los reclamos a los choferes y supervisores, con sorna contestan que la parada está ahí y que no pueden hacer nada", relató Locatelli.
Días atrás, Horacio García, funcionario de la AMT, se comunicó con los vecinos, según ellos en forma petulante, para informarles que el reclamo se había solucionado y que los inspectores del organismo corroboraron el cese de la falta. Sin embargo, al día siguiente las unidades de Alto Molino continuaron utilizando el lugar como punta de línea.
"Volví a hacer el reclamo a la AMT y les dije que el señor García tuvo la amabilidad de comunicarse conmigo el 17 de febrero para decirme con voz potente y satisfecha que el problema con Alto Molino se había subsanado a través de diversas llamadas de atención y reclamos, y que la empresa había desistido de la intención de poseer el Parque San Martín para uso propio.
En nuestra charla el señor Horacio se sintió insultado cuando le dije, entre otras cosas, que el Organismo trabajaba para sus amigos empresarios y no para el ciudadano común. Imaginen cuán insultada me siento yo, que al día siguiente, para burla de la AMT, vuelven a tomar esta parada para posta de inicio y descanso", indicó Locatelli.
Por otro lado, la AMT especificó a la vecina que para conocer cuáles fueron las sanciones que se le impusieron a la empresa, debe hacer el correspondiente pedido por Mesa de Entrada del organismo, lo que le pareció que le quita seriedad a la línea de whatsapp dispuesta para los reclamos y consultas.