Mario Bernaski, director del MAAM, expresó a Nuevo Diario que existen posibilidades técnicas de trasladar los cuerpos de las momias al municipio de La Puna, y que en cuanto a lo social, es un reclamo que acompañan pero no definen.
“Posibilidades técnicas hay muchas, si se emplazó acá se puede emplazar en Tolar Grande. Posibilidades desde lo social eso es algo que acompañamos desde acá, pero que no definimos. Eso lo definen desde las cámaras y la parte legal. Nosotros solo somos custodios”, aseveró.
Bernaski sostuvo que desde el museo tienen un dialogo constante con las comunidades y no se mostró reacio al pedido de restitución. Considero además al museo como custodios del patrimonio que representan los “Niños del Llullaillaco” y sostuvo que el volcán es un sitio sagrado también para el museo.
“La resolución del INAI es clara sobre considerar sitio sagrado al volcán Llullaillaco lo cual va en consonancia con lo que tiene que ver con la museografía y museología de MAAM”, afirmó el director.
“En Salta tenemos más de treinta santuarios de altura, sería bueno que el INAI mirase y declarase a los otros treinta y pico de santuarios”, agregó Bernaski.
En el MAAM además de los niños, residen dos cuerpos más considerados “capacochas imperiales” de los Incas, que fueron encontrados en sitios de altura y corresponden a ceremonias de ofrendas con sacrificio al Dios Sol.
El costo de manutención del museo, que en gran medida se debe al sistema de crioconservación con el que se mantiene los cuerpos suma $2 millones al mes. Además la instalación de este sistema de conservación le costó a la Provincia $625.000 dólares.
La definición sobre qué pasará con el pedido de las comunidades es algo que deberán definir desde la Legislatura de la Provincia de Salta y también desde el Poder Judicial. Bernaski calificó al MAAM como un custodio de este patrimonio, sin deslegitimar el pedido de los pueblos originarios.
La comunidad Collas Unidos que preside el cacique Miguel Siares con asiento en San Antonio de los Cobres reconoce al MAAM como “su nueva casa”, dado que es el lugar donde residen los cuerpos de las capacohas.
“Todo planteo de las comunidades para nosotros es bien recibido. El MAAM es un espacio de debate, de reflexión, un espacio donde reconocernos ese pasado común que tenemos de coyasullo”, sentenció.
