La respuesta a este reclamo desde la gerencia del hospital surgió de manera inmediata a sus declaraciones periodísticas en la mañana del jueves.
Desde el departamento jurídico de la institución se especificó que la baja tiene una causal legal. "La Sra. Cintia Reynaga era contratada del Hospital Público de Autogestión San Bernardo y el pasado 23 de marzo de 2021 se le comunicó la extinción del vínculo contractual, por razones expuestas en el acto administrativo pertinente. A fin de no vulnerar derechos de las partes, no corresponde en esta instancia dar detalles del caso", se informa.
Reynaga en diálogo con Nuevo Diario expresó que primero se enteró de manera casual de su despido. Para confirmar este hecho habló con el gerente Salomón y como si conociera el manejo interno de su hospital, le dijo que no sabía del tema y le agradeció la información.
A las dos horas de esa charla, cuando llegó a su casa se encontró con la nota del despido o la baja de su contrato, cuya figura legal es eventual, sin sustento jurídico y hasta el 31 de marzo. La enfermera profesional afirma que es consecuencia de haberse puesto al frente de la lucha de sus compañeros.
“Hice este reclamo también porque en el Hospital San Bernardo se incumplen con las normas, los protocolos sanitarios. Los protocolos están armados para brindar un servicio de calidad hacia el paciente. Yo lo noto porque hay un grupo de personas que se sienten dueñas de manejar el hospital y el servicio que se brinda como ellos quieren, sin tener en consideración los protocolos que se deben cumplir”, describió.
“Mi reclamo no tuvo respuesta y esto continuó sucediendo como una forma de decir basta porque en salud cuando uno se equivoca, cuando uno omite datos que son importantes y relevantes para el paciente, se cobran vidas”, detalló.
“No es un dato menor, la hostigación laboral hacia mi persona no es un caso aislado, yo defiendo por un lado los derechos del trabajador, pero además defiendo la salud de un estado presente, de un servicio de salud de calidad para los salteños”, señala.
“Todas estas situaciones de vulnerabilidad y de hostigamiento hacia los compañeros ha generado un descontento y desánimo, por el mal manejo del hospital. Se han vulnerado los derechos de los trabajadores, se los ha humillado, el ambiente dentro del hospital es realmente malo”, sostuvo.
Por la pandemia, caber recordar que un grupo de enfermeros ingresó a los hospitales locales con contratos COVID, en septiembre del año pasado, sin nada por escrito.
En enero de este año, para 34 trabajadores en esta situación finalizó el contrato y, sin mediar razones, fueron dados de baja. Como Reynaga, otros se pusieron al frente de esta lucha por la reincorporación de los compañeros. Lograron que el hospital les extienda los contratos con la condición que hagan una devolución de las horas que por las medidas de fuerza no habían trabajado, lo que según relata Reynaga: “Generó un roce entre el trabajado y el trabajador en sí mismo porque los compañeros de planta permanente se vieron afectados en las guardias activas”.
“Teníamos un básico de 36 mil pesos y a partir de este nuevo contrato nos quitan ese básico y aun devolviendo esa horas. Como ejemplo te cuento que yo no llegué a cobrar 30 mil pesos, teniendo en cuenta que soy enfermera, licenciada de la mejor universidad del país y ahora me encuentro en esta situación de vulnerabilidad sin trabajo”, reclamó.