Don Antonio Fortunato llegó a la redacción de Nuevo Diario con evidentes dificultades para caminar por las enfermedades propias de su edad, para relatar la triste historia de maldad e ingratitud de su hijo.
Ayer, martes 23 de febrero, tuvo una noticia que confirmó la maldad de su vástago y decidió venir al día siguiente a este diario para hacer conocer lo que se puede calificar como "un acto desalmado".
Recibió una carta documento enviada por su propio hijo Walter Flores, donde lo intima a retirarse del terreno que habita, en un plazo de 24 horas, bajo apercibimiento de ley, porque aduce que su padre atenta contra su integridad psíquica y física e incluso manifiesta en la carta documento que su padre levantó falsas denuncias.
Pide que alguien los ayude y que la justicia actúe. Relató a Nuevo Diario que está viviendo una situación límite porque le quiere quitar su casa donde vive desde el 2012, en el barrio Círculo IV, de la capital de Salta.
“El 31 de enero en la noche hablé con mi hijo Walter, y desde ese día no quiso entrar en razón. Yo le dije que bien terminemos el trabajo de construcción en el terreno vamos a hacer las escrituras y seremos dueños vos, yo y nadie más".
"Ahí fue cuando mi hijo me desgarró el alma con su respuesta. No podía creer las palabras que salían de su boca: 'No, yo quiero todo, para qué queres vos si ya te vas a morir, antes te mato'. Por sus dichos casi me agarra un infarto. Yo solo quiero paz lo que me resta de vida", dijo con evidente tristeza.
Don Antonio Flores, a sus 80 años, sufre de artrosis en las rodillas, tiene una movilidad reducida, usa bastón y camina muy lento. Su relato sonó coherente y doloroso.
Manifiestó que él con sus propias manos contruyó toda la casa. "Hice las piezas, puse el revoque, construí el baño, puse la plata para los cimientos, el revoque y hasta las chapas", aseveró.
"Mi hijo Walter no hizo nada, y ahora me quiere sacar. Yo solo pido que alguien de la justicia, algún abogado me ayude, que me deje vivir en paz mis ultimos años y que si quiere me deje morir solo si nunca se preocupó por mí", concluyó.
- Antonio Fortunato Flores en la redacción de Nuevo Diario