En una entrevista por FM Aries, Delaloye reconoció que les permitieron trabajar como confitería, algunos lo hicieron pero aseguró que no les sirve, ya que al no estar dentro del corredor gastronómico "la gente no los elige".
"La única forma de funcionar es una burbuja de 10 personas y la semana que viene se lo plantearán a las autoridades del COE, con quienes se reunirán y ojalá que Salta pueda tener esa flexibilidad”, sostuvo Delaloye.
Detalló que por la pandemia solamente quedaron en pie solo el 60% de los boliches que había en el mercado, y precisó que por cada negocio hay 80 personas trabajando que perdieron sus puestos.
Cuestionó las restricciones y cierre del sector cuando "hay fiestas clandestinas en todos lados, juntadas en casas y después de las 2, se observa gente trasladándose a comprar alcohol", sentenció.
Adelantó que si les permiten abrir los boliches, la idea es que todos los clientes ingresen estén vacunados.
Por otro lado gestionan una reunión también con el personal de Habilitaciones e Impuestos de la Municipalidad porque "después de un año y medio nadie cerrados no están en condiciones de regularizar deudas, pero pueden comprometerse a trabajar y cumplir con plazos que se les establezcan", finalizó.